El mejor recinto polideportivo de Zamora albergaba los diez partidos de la doble competición, bajo la batuta de la Federación Española y la Autonómica, con la inestimable colaboración del clob local CD Zamora Patina, siendo los partidos retransmitidos en streaming en dos plataformas, pero a diferencia de la temporada anterior sin presencia del canal nacional de Teledeporte.
Curiosa e inexplicablemente, a la misma hora (el viernes) se estaba celebrando en el COI la Gala Anual del Patinaje con la elección como mejor deportista de Ana Sierra Paredes, una jugadora de hockey línea, ¿Alguien se imagina semejante coincidencia en el caso del hockey tradicional? o, ¿se organizaba exprofeso para ningunear la competición de línea?.
Repitiendo por cuarta edición consecutiva el singular formato, (compiten los seis mejores equipos de la liga al terminar la primera vuelta) con la particularidad de que los dos primeros acceden directamente a semifinales mientras que previamente, el viernes, los terceros clasificados se enfrentaban contra sextos y los cuartos contra los quintos, en los dos únicos partidos de cuartos de final.
Con esta peculiar distribución, la organización podía distribuir las tres jornadas en tres días diferentes dando descanso a los equipos, de tal manera que los cuartos comenzaban el viernes 2, las semifinales el sábado 3 y las finales el domingo 4.
Seguía sin disputarse el partido por el bronce y el arbitraje mixto, contaba para la ocasión con la presencia de las colegiadas De la Pompa y Velasco repitiendo los varones Cañas, Combarro, Herrero, y Roshchyn.
Novedad en esta edición era la presencia del equipo aronero entre los seis finalistas como quinto equipo mejor clasificado, junto a los más habituales Espanya, Castellón y Rubí o abonados Molina y Valladolid
Empezaban los cuartos de final, el viernes 2, con el cruce entre el 3º y el 6º clasificado con el duelo entre castellonenses y chicharreros. Sin claro favorito, en su enfrentamiento liguero de octubre en Arona se había impuesto Guanches (6-3) remontando un partido que se les había puesto muy para arriba.
Y en la novedosa pista para los dos, Castellón - Guanches (6-2), los isleños, como últimamente, volvían a pecar de impulsivos y uno de sus primeros contactos era sancionado rigurosamente con falta, posibilitando así que Castellón pronto, se viera al mando del choque anotando en superioridad (1s-0) min 17, controlando a sus anchas sin querer.
Pero en esta ocasión, y a diferencia del partido de liga, ante el juego guanche más abierto, Castellón subía la apuesta anotando de gran disparo (2-0) min 14. En su salsa, y amparados en su gran portería, los de La Plana dejaban controlar esperando su oportunidad a la contra. Esta llegaba pasado el ecuador de la parte con un disparo lejano y error en la portería guanche (3-0) min 8. Por fin llegaba el tiempo muerto isleño y la puesta en común. Con 28 minutos por delante había tiempo para remontar, pero el trabajo iba a ser arduo, y más ante la sólida defensa gladiator. Tanto va el agua a la fuente que Guanches lograba recortar de buena jugada antes del descanso (3-1) min 2, marchando con ese resultado a vestuarios y unos desiguales porcentajes de tiro de 1/15 y 3/8, que daban idea del juego ofrecido.
A la segunda mitad, Gladiators entraba con la misma actitud contemplativa pero Guanches salía de toriles encendido en busca de recortar cuanto antes. Fruto del acoso chicharrero llegaba la primera sanción de HCC, y el primer tiro al palo, pero sin moverse el luminoso. Guanches, enseguida disponía de una nueva oportunidad con la segunda sanción levantina. Ni por esas; la meta estaba vetada para los de Arona. Tuvo que ser una preciosa jugada, con pase por la espalda, a mitad de la parte, la que permitiera recortar la diferencia y meter a los insulares nuevamente en el partido (3-2) min 9 permitiendo disfrutar a los espectadores de un final de infarto. Con los ánimos calentitos, una falta coincidente daba paso a unos últimos minutos de trepidante acción.
Pero un impertérrito Castellón, ni siquiera se inmutaba con otro disparo al palo a falta de cinco para el final. Luego, la urgencia obligaba a Guanches a empezar a jugar sin portero, apostando al todo o nada; y salía nada. En dos minutos tres goles, dos de ellos a puerta vacía engrosaban un luminoso hasta el (6-2) con unos aclarativos porcentajes finales de tiros de 2/32 y 4/18 respectivamente.
El rival de CPLV en semis sería Castellón que mostrando mejor puntería que Guanches, era merecido ganador.
El segundo partido, entre cuartos y quintos clasificados, también muy igualado parecía algo más decantado hacía los peninsulares, aunque en septiembre, el segundo partido de liga ofrecía un empate de resultado con bonus visitante en Mallorca (3-3b), en los penaltis.
Pero el Rubí - Espanya (4-3), comenzaba como en el choque anterior, poniéndose pronto del lado catalán, con un gran disparo lejanol (0-1) min 15. Se repetía el guion del partido de liga, alimentado además con una inmediata falta balear. Sanción que marcaría el partido, pues en vez de aumentar la cuenta Rubí, empataba en inferioridad Espanya (1-1i) min 13, descolocando un tanto a los Espartanos, que poco después volvían a encajar otro gol en jugada individual (1-2) min 9. La suerte para ellos fue que los mallorquines volvían a ser sancionados y Cent Patins no desaprovechaba, logrando empatar (2s-2) min 7. El peligro había pasado y hasta el descanso los dos equipos se tomaron un respiro, finalizando la parte con una falta coincidente entre pesos pesados y unos porcentajes de tiro de 2/11 y 2/19, respectivamente.
La segunda mitad sería muy especulativa y sin asumir excesivo riesgo los dos conjuntos. Salpicada por dos faltas rubinesas, a la segunda oportunidad, Espanya se adelantaba por segunda vez en el choque (2-3s) min 5, sembrado la inquietud en las filas espartanas. Fueron breves segundos, pues los rubineses empataban enseguida en un error defensivo (3-3) min 4, y tras un tiempo muerto balear, los dos equipos decidían dejar de jugar a la ruleta rusa para resolver el pase a semifinales en el tiempo extra. Y en el tres para tres, los más hábiles eran los peninsulares (4-3) min 8, que volverían a repetir duelo en semis frente a Molina. Los porcentajes finales de tiro eran bastante representativos (3/21 para Rubí y 4/31 para Espanya).
Para el sábado esperaban las semifinales que comenzaban con el duelo entre castellanos y levantinos. Se habían visto las caras dos veces esta temporada, con dos victorias pucelanas, más clara la de la Supercopa (4-0) que la de Liga (6-4), a principios de noviembre en Canterac. CPLV - Castellón (6-0). Con esos antecedentes salían los pucelanos ofensivos, elaborando su vistoso juego combinativo ante el habitual juego defensivo rival. Poco aguantaría la defensa gladiator, que ante una buena combinación pucelana, tenía que sacar el puck de dentro de su portería (1-0) min 14. Conseguido lo más lioso, Valladolid se relajaba, sin arriesgar lo más mínimo, dejando mover ficha a los de La Plana. Sería pasado el ecuador de la parte cuando Castellón pedía su tiempo muerto, y a raíz del cual Valladolid cometía su primera falta. Bien defendida, no se modificaba el marcador siendo entonces Castellón el sancionado. CPLV, no era tan benefactor con su rival y ampliaba su cuenta en superioridad (2s-0) min 4. Antes del descanso otra falta pucelana quedaba pendiente de completar para la segunda mitad. Hasta entonces los respectivos porcentajes de tiro eran 0/12 y 2/17.
A la segunda, salían los castellonenses con 27" de superioridad pendiente y conscientes de la importancia de la jugada, pero perfectamente defendida, no lograban anotar. Sí lo hacían los pucelanos, inmediatamente ya con su cuarto jugador de buena jugada (3-0) min 18. El gol dejaba tocado al conjunto mediterráneo , con las expectativas de remontada cada vez más lejos. Pucela tenía el luminoso donde quería y controlando el partido añadían tres goles más su cuenta por ninguno del rival. Con cambio en las dos porterías en los últimos minutos, el marcador final engrosaba hasta un contundente (6-0) siendo los porcentajes de tiros recibidos 0/25 y 6/38, respectivamente y CPLV se metía nuevamente en una final.
La segunda semifinal, que emparejaba a canarios y catalanes, se presentaba menos emocionante que la primera, dando fe de ello el aspecto de las gradas, con bastantes huecos entonces. Si en la Supercopa el marcador finalizaba con (6-1) en Liga había ascendido a (2-11) a favor de los isleños. Y el Molina - Rubí (8-1),
con prisas canarias por acostarse cuanto antes pensando en la final, transcurría a toda velocidad, sin apenas interrupciones, con Molina controlando a su antojo y anotando gol tras gol hasta cinco en la primera mitad, con unos esclarecedores porcentajes de tiro de 0/5 y 5/16.
Con cambio en la portería rival, Molina encaraba la segunda mitad, sin apenas gasto físico, y sólo ante un postrer gol rubinés en superioridad (5-1s) min 5, reaccionaba un tanto, para anotar tres más hasta la bocina. Con (8-1) de luminoso final y 1/12 y 8/31 de porcentaje de tiros recibidos, Molina se presentaba en su quinta final consecutiva con la moral por las nubes.
Para el domingo quedaba el desenlace de la final. Se veían las caras los equipos más regulares de la liga. Primero y segundo repetían duelo esta temporada. Por tercera ocasión, tras la supercopa (4-2 para Molina) y el partido de liga (4-2 en Canterac en octubre). Igualdad por tanto en las apuestas, tres meses y pico después parecía el equipo insular más favorito, tras lo visto en semifinales. Después de la final femenina el Molina - CPLV (5-6), no defraudaba en cuanto a expectación. Los canarios conscientes de su superioridad entraron al partido dispuestos a demostrarla y dejándose de especulaciones sólo tenían delante la portería contraria. Fruto de la intensidad del juego eran dos faltas, casi coincidentes, sin variación en el luminoso, que dejaban claras las intenciones atacantes de ambos conjuntos. Sería poco después y en acción individual, cuando en una contra Molina se adelantaba (0-1) min 13. Con dominio del juego, una acción individual pucelana, con un tiro lejano, sorprendía al meta canario y el empate subía al marcador (1-1) min 9. Enseguida y tras un tiempo muerto rival, una inoportuna falta pucelana permitía ampliar la ventaja amarilla en superioridad (1-3s) min 7. Con todo a favor de los insulares, ahora la sanción era para ellos y en dos ocasiones seguidas. Solventada la primera, en la segunda CPLV acertaba, y recortaba la diferencia (2s-3) min 2, para irse al descanso con esa mínima diferencia y todas las esperanzas puestas en la segunda mitad. Hasta entonces los igualados porcentajes de tiros eran 3/14 y 2/16, respectivamente.
A la segunda mitad, salieron los canarios controlando el puck y con presión alta los pucelanos, que daba sus frutos enseguida y ante la permisividad arbitral; un disparo que entraba llorando, en otro error de la zaga molinera (3-3) min 16. Los canarios no se volvían locos por la igualdad, siguiendo con su martilleo continuo de la meta rival, sabiendo que antes o después llegaría el resultado. Fue más tarde que pronto, ya en tramo final, y en dos ocasiones seguidas (3-5) min 6, y que dejaba a punto de caramelo el título para los de Las Palmas. Un tiempo muerto de Valladolid, intentaba revertir la situación jugando a partir de entonces sin portero. Y saliéndoles bien la jugada, con dos goles de garra, el último sobre la bocina (5-5) el partido se tendría que decidir en la prorroga ante la sorpresa de los canarios, ya celebrando la victoria.
Una victoria que se retrasaba poco más de un minuto y medio (5-6) min 8, pero que llegaba con todo merecimiento para el equipo que siempre estuvo por delante en el marcador y unos porcentajes de tiros recibidos de 6/33 y 5/30, respectivamente.
Cuarto trofeo para los canarios que en una pista imparcial y novedosa para todos, lograban imponerse a sus rivales, materializando en el trofeo, ese plus de calidad que tienen sobre el resto. Gran subcampeonato para CPLV, el vigente campeón, que sólo pudo nadar para llegar a la orilla, confirmándose como único equipo en plantar cara y poder dar la sorpresa ante los amarillos. Decepción para Guanches, pensando en sacar un mejor resultado en Zamora (en Liga se habían impuesto) y también para las huestes baleares, que estuvieron a punto acceder a semis. Esperada la actuación de Castellón y Rubí, que aunque salen de Valladolid de vacío, superados claramente en las semifinales, se confirman a día de hoy como futuros candidatos para completar los playoffs, repitiéndose la misma competición que en la supercopa, variando solo los marcadores.
¡Enhorabuena a Molina por el título!
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