En el fatídico 2020 pasado, se clausuraba la competición en marzo (debido a la situación de alarma y confinamiento) de manera prematura, a falta de dos partidos para Guanches, a tres jornadas de su conclusión, sin conocer al campeón y con los de Arona situados en tercera posición. El ascenso se concedió en los despachos a Orcas de Oropesa, en segunda posición en aquel momento, ya que el primero era un equipo filial (CPLV) sin posibilidad de ascenso y único equipo que podía disputarle la plaza.
Si en aquella temporada las jornadas se alteraban o aplazaban a la sombra de la conveniencia de los clubes de la Liga Élite, en esta, los continuos aplazamientos han sido a causa del Covid. Cinco jornadas tan solo, se han salvado de aplazamiento, pudiéndose disputar completas el día programado. A pesar de ello y gracias a la buena voluntad de todos los estamentos implicados la Liga se ha podido completar íntegramente, aunque haya sido mes y medio después de la programación original y tan solo en contada ocasiones con público (aforado) en las gradas.
Uno de los pocos equipos que no ha sufrido aplazamientos ha sido Guanches. El covid ha sido respetuoso con los aroneros; no así la borrasca Filomena, que influyó en el desplazamiento del equipo balear Espanya a la isla y ese partido de la Jornada 10ª (9 enero) se tuvo que aplazar.
La Liga Oro volvía a asistir a una competición con 10 equipos, después de cinco temporadas con ocho. Debido a las decisiones que el comité tuvo que adoptar la temporada pasada, la plaza de Playas de Oropesa (que ascendía a élite), se suplía con las incorporaciones desde Liga Plata de Fénix, Castellbisbal y Sant Andreu; los tres clubes que figuraban en las primeras posiciones cuando se detuvo la competición, y que se sumaban a los siete equipos de Oro, sumando así una liga de diez equipos. A los tres ascendidos se añadían Tucans y Guanches como clubes con opciones de ascenso, siendo los otros cinco clubes CPLV, Castellón, Tres Cantos, Espanya y Rubí, filiales de los de élite, sin posibilidades de subir de categoría. Una liga más larga, con 18 jornadas, entre octubre y marzo, disputándose casi todos los fines de semana con los parones obligados de las fiestas oficiales (que además vinieron bien para recuperar partidos).
Con la base canterana y sus dos pilares extranjeros de temporadas anteriores, la directiva blanquiazul tiró la casa por la ventana reforzando la plantilla de manera radical. Con muchos fichajes de calidad, Guanches encaraba la temporada 20/21 con la mejor de todas las plantillas de la categoría y obligado por tanto, en su tercera tentativa, a conseguir su objetivo, el ansiado ascenso, como recompensa a 25 años de actividad continuada. Recuperaba a Martin Gremlica para sus labores de entrenador jugador, regresaba Filip Pettersson y se traía con él a Asier Gayoso; fichaban al tucanero Victor Paredes y también anunciaban la vuelta del otro Radusovsky, Matej, (que finalmente no se consumó). En definitiva cinco nacionales, dos checos, dos eslovacos (uno de ellos el canario Valo) y un sueco. Con dos años de experiencia en la categoría y conocido el nivel, las pistas y el tipo de juego del resto de competencia se iniciaba una temporada más, "la definitiva" con mucha ilusión y las únicas incógnitas del juego de los rivales recién llegados.
El primer partido de la temporada correspondía jugarlo fuera, en otra isla, Mallorca, y contra el equipo filial del club titular, Espanya B. Como luego sería norma y para recortar gastos, Guanches viajaba con lo justo; dos líneas y un único portero. Suficiente para doblegar al equipo local si los que viajaban eran, Gremlica, Jaros, Radusovsky, Petttersson; los nacionales Gayoso, Paredes y Valo y dos canteranos más para poder completar el cupo de nacionales.
Sin mucho tiempo para entrenar y conjuntar la plantilla, Guanches se estrenaba contra la joven plantilla balear (esta vez sin refuerzos de liga élite) con una derrota sin paliativos (4-12) presentando sus credenciales al título. A pesar de la floja actuación bajo los palos (4/18), la solvencia en ataque resolvió un partido que siempre tuvo dueño, y ese fue el equipo canario. Así, cuatro goles en los primeros cuatro minutos y una primera mitad con siete de diferencia (1-8), dejaban el compromiso resuelto muy pronto. Al termino de la jornada Guanches encabezaba la tabla junto a Castellbisbal y Sant Andreu, además de Castellón y Tres Cantos.
En la siguiente cita, segunda jornada, acudía a Las Galletas uno de los ascendidos, el madrileño Fénix que llegaba con urgencias, después de perder su primer partido en casa contra Sant Andreu. La presentación de los locales en casa, con casi todos sus efectivos fue ante una grada por primera vez silenciosa. Primera jornada en la que se aplazaron partidos (tres) también fue el primer choque que se le complicó a Guanches, pues los de Carabanchel se adelantaron pronto y mantuvieron su ventaja en el marcador hasta el descanso (2-3). En la segunda mitad el cambio de actitud local fue evidente y el cambio de portero visitante, beneficioso, pues el empate llegaría antes del ecuador (3-3) min 14, gracias también a la excelente labor del arqueo guanche. La victoria se consumó en el tramo final, cuando Fénix se vino abajo al verse por debajo en el marcador (tres goles en tres minutos) de un partido que tuvo muchos minutos a su alcance (7-3). Guanches sumaba otros tres puntos a su casillero y gracias a los aplazamientos, encabezaba la clasificación y se postulaba como claro candidato al título.
El tercer partido era el desplazamiento a Castellón, para jugar contra el filial del equipo local, Castellón B. Otra vez viajaban los de Arona con los justos, pero esta vez con dos porteros, decisión finalmente determinante. Enfrentamientos trabados donde los haya con los de La Plana, en esta ocasión había que añadir un plus especial en forma de su refuerzo de liga élite. Aunque empezó marcando Guanches, la respuesta local no se hizo esperar y el partido con alternancias en el marcador, llegó empatado a la media parte (3-3). El descanso le sentó bien a Castellón que anotó dos goles muy seguidos al inicio (5-3), situación que provocó el recambio en la portería guanche. Luego un Guanches desencadenado y a la desesperada, colocaba un nuevo empate mediada la parte (6-6) y el definitivo (8-8) con cinco minutos por disputar. Luego las urgencias, los nervios y los malos modos, consiguieron que el marcador no se volviera a mover y, tras una prorroga ineficaz los penaltis inclinaran el punto bonus para los isleños (8-8b). Guanches cedía su primer punto y ante un equipo filial, pero se mantenía al frente de la tabla aunque con un partido más que el siguiente.
El cuarto choque era un partido importante en cuanto al devenir de la temporada guanche. Viajaba a la isla Tres Cantos B. Incómodo rival, el resultado podía condicionar el estatus de los locales. De ganar, confirmaría sus prestaciones; de perder, transitaría por los puestos altos de la tabla sin posibilidades reales de ascenso. Kamikazes viajaba a Tenerife con casi tres líneas y la garantía de Seijas bajo los palos. Su desparpajo se le atragantó al equipo local que tardó bastante en anotar y tuvo que ser gracias a un powerplay. La remontada madrileña no se hizo esperar pero guanches volteaba el marcador al filo de descanso, gracias a otra falta. El (3-2) inicial de la segunda mitad, dio paso inmediatamente al empate y a que guanches asumiera definitivamente el mando del partido, mediada esa segunda parte, con dos goles de ventaja (6-4) min 11, y que le permitieron encarar el último tramo con un mínimo de garantías de éxito. El (6-4) definitivo da fe de la igualad del choque y las faltas finales, de los nervios acumulados por el resultado. Con la nueva victoria, Guanches se postulaba como uno de los candidatos, manteniéndose en lo alto de la tabla con los mejores.
La siguiente jornada, la 5ª, ya en Noviembre, enfrentaba a los isleños con CPLV B. Desplazamiento en plena pandemia hasta Valladolid sin contratiempos y la novedad para este choque era que guanches se había reforzado con un nuevo jugador ex pucelano. Hasta entonces, de cuatro partidos, los de Arona habían ganado tres y empatado el otro, mientras que el equipo local había perdido sus dos únicos enfrentamientos. Pero la superioridad hay que demostrarla en la pista y la escuela de Canterac sabe a lo que juega y lo hace bien y más en su pista. La temporada anterior CPLV se había impuesto en los dos partidos por sendos (6-3). Con esos condicionantes marcó rápidamente el equipo local pero empataba Guanches prontamente para adelantarse hacia el ecuador de la parte (1-2) min 14, en un partido de ida y vuelta. De ahí al descanso el dominio visitante se hizo más evidente y solo la buena actuación del arquero local impidió una más amplia ventaja foranea. Pero en la segunda mitad y tras la lesión del recién fichado Manceñido, el dominio pasó a manos locales con Guanches encerrado en su pista y viéndose desbordado una y otra vez. Solo la gran labor de Radusovsky bajo los palos guanches, especialmente al detener un penalti en los últimos segundos, permitió a los chicharreros aguantar el marcador (1-2), llevarse los tres puntos en juego y mantener la cabeza de la clasificación (con un partido más que Castellbisbal, que figuraba a dos puntos).
En la sexta cita recibían los de Arona en Las Galletas a otro de los cásicos de la categoría, Tucans, que no había empezado con buen pie la competición (solo había disputado dos partidos, perdiendo uno y empatando el otro). Siempre correosos, en la temporada anterior se dieron sendos empates (5-5 en Las Galletas y 3-3 en Sant Adriá) con los dos puntos extra para Tucans. Por tanto, con todas las alarmas encendidas recibía Guanches a un Tucans que llegaba con dos líneas y un portero, tras empatar en casa frente a Sant Andreu. Con mucha pólvora en la sentina, ambos equipos ya habían marcado antes de cumplirse el primer minuto y con alternancias en el marcador llegaban al descanso con un (4-4) en el marcador y sin un dominador claro. En la segunda, siguieron las hostilidades (5-5) min 12, pero en el tramo final el cansancio acumulado, las faltas y la calidad goleadora guanche, desnivelaron la contienda, anotando los locales tres goles más (8-5). Otro gran resultado para Guanches ante un rival que no dio nunca el partido por perdido.
La séptima jornada se correspondía con otro importante viaje, el primero de los cuatro a Barcelona. La visita a Sant Andreu, donde esperaba un motivado Uroloki, suponía la piedra de toque guanche. Uroloki solo había cedido un empate ante Tucans y el partido iba a marcar el listón para el resto de la temporada. Guanches se presentaba con las tradicionales dos líneas y con dos porteros.
Marcando muy pronto, la respuesta local fue inmediata y a un nuevo gol guanche, Sant Andreu respondió de igual forma (2-2) min 16. Las delanteras superaban a las defensas pero a pesar de las oportunidades en ambas porterías el marcador no se movería más hasta la segunda parte, cuando Uroloki se adelantaba por vez primera nada más empezar. La intensidad Guanche en busca del empate y la poca cabeza de su entrenador jugador, en forma de carga ilegal, supuso 5' de expulsión y un nuevo gol local. El nuevo guión de ir por debajo en el marcador no era bien asumido por Guanches que con nuevas faltas tiraron el resultado por la borda (7-2) ante un equipo que no perdona los powerplay. Primera derrota guanche y primeras dudas en cuanto al ansiado ascenso pues cedía la primera posición y lo que es peor, con un partido más que Castellbisbal.
Para la octava jornada, Guanches recibía en Las Galletas a Rubí B, rival de mil batallas. Finalmente fue el partido que despidió al fatídico 2020, pues al partido que le correspondía ese honor (Jª 9 contra Castellbisbal) terminaría aplazándose. En la 19/20 se saldó con amplia victoria en casa (12-2) no disputándose el partido de Rubí por la pandemia. Por primera vez en la temporada era el arquero canterano Nico Reyes el encargado de la portería desde el principio. La otra novedad, además de la ausencia de Víctor Paredes, dada la entidad del rival, era el inhabitual horario del partido, 11 h del domingo, como gentileza ante la petición rubinesa. Guanches tenía que ganar para no perder comba y ante el rival ideal, se puso a la tarea.
Consiguiendo anotar rápido, y varias veces, antes de tres minutos habían anotado tres goles, en el ecuador eran siete y al descanso diez. La segunda mitad no tuvo mayor historia que el gol rival y el intento fallido de que todos los jugadores locales anotaran (faltó uno). El resultado (19-1) lo dice todo, en la que a posteriori fuera, la goleada más abultada de la temporada y de las mayores de todo el hockey nacional. Tres puntos más que maquillaban la derrota de la jornada anterior y que dejaban a la parroquia guanche encantada.
Consiguiendo anotar rápido, y varias veces, antes de tres minutos habían anotado tres goles, en el ecuador eran siete y al descanso diez. La segunda mitad no tuvo mayor historia que el gol rival y el intento fallido de que todos los jugadores locales anotaran (faltó uno). El resultado (19-1) lo dice todo, en la que a posteriori fuera, la goleada más abultada de la temporada y de las mayores de todo el hockey nacional. Tres puntos más que maquillaban la derrota de la jornada anterior y que dejaban a la parroquia guanche encantada.
Para la última jornada de la primera vuelta (novena) quedaba por disputar, en diciembre, el partido clave. Con nuevo desplazamiento a Barcelona, en esta ocasión la visita era al líder Castellbisbal. Aplazado desde fechas anteriores, el choque en vez de cerrar el 2020, se trasladó a finales de enero.
Llegaba Enero y con él y con la 10ª J, la segunda vuelta. Debía comenzar con un partido en casa, contra Espanya B, pero no pudo ser. La tormenta Filomena ancló a los baleares en Madrid y el partido no pudo disputarse.
Aplazado también previamente el partido de la siguiente jornada, la undécima, con Fénix, el 2021 lo terminó inaugurando Guanches recibiendo a Castellón en Las Galletas. Era el partido correspondiente a la 12ª Jornada del 23 de Enero y para entonces Guanches ya había concretado dos nuevos refuerzos norteamericanos intentando el asalto al primer puesto. De tal manera que un Castellón mermado, con tan solo siete jugadores de pista y sin su principal figura, se encontró frente a frente un arsenal internacional de hockey y que tras casi dos meses sin disputar un minuto de hockey y muchísimas ganas de demostrar que seguían en la pomada, aplastaron sin compasión a las jóvenes promesas levantinas. Cuatro cero en el min 14; seis dos al descanso y (12-3) como resultado final, dejando bien a las claras que los fichajes de los dos Baldwin habían sido un acierto, complementando claramente, a una ya de por sí, poderosa formación. Tres puntos más y aviso a navegantes que Guanches no había huido de la brega.
Una semana después y para cerrar enero, nuevo desplazamiento a Barcelona, en esta ocasión la trascendental visita era al líder Castellbisbal. Aplazado desde diciembre y correspondiente a la 10ª Jornada, se enfrentaban en la Illa Esportiva, los dos líderes de la tabla y máximos candidatos al título (sin olvidar a Sant Andreu, que se mantenía al acecho). Guanches había engatusado a los Hornets con el aplazamiento y viajaba con sus dos nuevos fichajes americanos, de tal manera que la plantilla canaria asustaba a cualquiera, dos checos, dos eslovacos, dos norteamericanos y un sueco, más los nacionales Víctor Paredes y Asier Gayoso. Lejos de asustarse , el equipo local se creció y fue el primero en anotar, pero el empate no tardaría en llegar, acabando en tablas la primera mitad (1-1). Con una inferioridad pendiente superada y buen juego, guanches encaraba con ánimos renovados la segunda mitad cuando recibió otro gol en una gran jugada que les dejó noqueados. Pues dos goles más en un minuto (4-1) min 19, aumentaban la brecha a tres goles y aunque había tiempo, la remontada se planteaba complicada. La experiencia de los hornets, ralentizando el juego y el exceso de fogosidad guanche, cometiendo faltas, impidieron que el resultado final (5-3) se inclinara del lado isleño, asumiendo así Guanches su segunda derrota y recibiendo una seria advertencia, de nuevo intento de ascenso fracasado.
Guanches se enfrentaba desanimado a un febrero cargado de partidos en segunda posición y, dentro del desorden clasificatorio, a siete puntos de Castellbisbal (realmente eran cuatro los puntos de desventaja), aún con muchos partidos por delante y todo por decidir, pero con la sensación de haber fallado en los momentos claves (Sant Andreu y Castellbisbal) y de que si Hornets no fallaba, sería imposible remontar.
El siguiente partido era contra Tres Cantos. Retomando el calendario original y correspondiente a la 13ª Jornada, un guanches cariacontecido afligido tocado anímicamente se volvía a desplazar. Barajas recibía otra vez al equipo para enfrentarse a uno de los dos equipos madrileños. Si en Las Galletas la victoria fue peleada, aquí no parecía que fueran a cambiar la tornas. Pero los refuerzos guanches y que los locales jugaran en Las Rozas además sin su mejor portero podían variar las cosas. Y así fue. Por el destino, suerte o por plantilla, los de Arona anotaron, en jugada personal, nada más salir y luego manejaron muy bien el marcador a favor, para llegar con una renta de tres goles al descanso (0-3). En la segunda, remando a favor de marcador, Guanches remató la faena (1-5), cosechando una nueva victoria y llevándose los tres puntos. Todo ello a pesar de la salida de tono, en los últimos minutos, de sus dos figuras checas y que les costaría la expulsión a vestuarios y su no comparecencia en el siguiente compromiso.
Una semana después, el equipo isleño repitiendo aeropuerto de destino, recuperaba el partido aplazado con Fénix correspondiente a la 11ª J, y programado para el 17 de Enero. Con las dos bajas checas por sanción el equipo se encomendaba al altísimo para que el partido no se complicase, recuperando para la ocasión al poco convocado Paredes. No fueron mal las plegarias, pues los isleños encarrilaban el partido desde el comienzo (0-2) min 22, para mantener, con bastantes apuros, la ventaja hasta el descanso (1-3). En la segunda mitad, el más beneficiado del intercambio de faltas que se produjo fue Guanches que se llevó los tres puntos de una victoria trabajada, por cuatro goles de ventaja (4-8) y propiciada mayormente por errores locales. En esta fin de semana se recuperaban muchas jornadas y con los casilleros igualadas, Guanches seguía manteniendo la segunda posición pero a siete puntos de Castellbisbal.
Para la siguiente jornada, la 14ª,
y estrenando Marzo, Guanches se enfrentaba a un CPLV B, esta temporada venido a menos. El líder de la campaña anterior llegaba a la isla en tercera posición por la cola, con cuatro partidos ganados y siete perdidos. Con solo siete jugadores y un portero, la novedad del partido fue que se permitía el acceso de público (el autorizado) por primera vez en la temporada. En principio no parecía rival de entidad para el equipo local y finalmente no lo fue aunque se defendió eficazmente y los aroneros, con cambio en sus habituales líneas, tardaron en abrir el marcador. Fue a diez del descanso y doblemente (2-0) min 9, dejando tocado anímicamente a los del Pisuerga. Con uno más hasta el descanso (3-0), en la segunda parte, con los pucelanos cada vez más cansados, Guanches marcaba cinco goles más, jugando los últimos minutos con el segundo portero. El (8-0) final no desdice la gran labor del portero visitante. Guanches cumplía el expediente, ampliaba su cuenta con tres puntos y mantenía sus expectativas de título ante el primer error de Castellbisbal en la temporada (2-2b) frente a Tres Cantos en casa, quedando recortada por tanto en dos puntos la ventaja.
En la 15ª jornada, se realizaba el penúltimo de los desplazamientos. A Sant Adriá de Besós, Barcelona, donde esperaba Tucans, deseoso de revancha (6-4 en Las Galletas). A una hora canaria intempestiva (8.30 am), un Guanches en racha se enfrentaba al cuarto de la tabla, transitando en tierra de nadie y en una temporada irregular. Dos equipos goleadores que hicieron gala de su fama en un partido de ida y vuelta, con alternancias continuas en el luminoso. Antes de cinco minutos ya habían marcado los dos (1-2), para empatar Tucans en el ecuador de la parte (2-2) min 13 y luego coger ventaja Guanches de cuatro goles (2-6) min 3, dominando plenamente y encarrilando la victoria. Un último arreón tucanero colocaba el marcador en 4-6 al descanso, (diez goles en 25 minutos no es mala cifra) y dejaba abiertas la puertas a una remontada local. Pero no ocurrió, pues los visitantes manejaron muy bien el tiempo del partido. Eso sí sufriendo ante un equipo correoso que nunca dio el partido por perdido (6-7) a cinco minutos del final y que tuvo sus oportunidades. Un último gol guanche (6-8), a puerta vacía, sobre la bocina, sentenciaba un partido que tuvo mayormente color visitante pero que pudo llevarse cualquiera de los dos. Quinta victoria consecutiva canaria que con la sorpresiva primera derrota de Castellbisbal, acercaba a los de Arona a cinco puntos, con un partido menos, volviendo a alimentar todas su esperanzas.
Con la penúltima jornada, la 16ª, aterrizaba en la isla uno de los mejores equipos de la categoría, Sant Andreu. Tercer clasificado y uno de los dos equipos que había conseguido doblegar a Guanches (4-9), se presentaba Uroloki en Las Galletas a siete puntos y con mucho que ganar y poco por perder. Con lo justo (dos líneas y un portero), pero con todo el desparpajo del mundo y dispuesto desde el primer momento a llevarse los tres puntos. Otra vez con publico en las gradas (aforo al 25 %), enfrente los locales, sabedores ya de la victoria de Castellbisbal en la Illa Esportiva (13-1) necesitaban perentoriamente ganar para seguir manteniendo la ilusión del ascenso. El partido no decepcionó a nadie; con un ritmo frenético desde el comienzo la armada guanche se estrellaba uno y otra vez contra el muro bajo los palos contrarios y el desaliento iba haciendo mella en los locales. Para colmo un error defensivo mediada la parte, les costó el primero de los tres goles que recibieron en cuatro minutos (0-3) min 9, y que desestabilizaron totalmente a los de Arona, que seguían perdiendo al descanso (1-4).
Ir por debajo en el marcador no es plato de buen gusto para Guanches y a pesar de remontar enseguida (3-4) min 20, luego los nervios locales y la mejor gestión visitante de las faltas, premió a Sant Andreu con la victoria (4-9) y dejó a Guanches con una sensación interna de fracaso y a ocho puntos del objetivo con nueve por jugar. La tercera derrota de la temporada dejaba muy poco margen de maniobra, y siempre dependiendo de errores ajenos.
Con la 17ª jornada finalizaban los desplazamientos guanches (4 vuelos al Prat, 3 a Barajas, uno a Manises y otro a Son Sant Joan). Se cerraba el ciclo en Barcelona, donde esperaba un Rubí casi desahuciado, pero no matemáticamente mientras que Guanches necesita imperiosamente ganar para no perder definitivamente el tren de cabeza. A diferencia del partido de Las Galletas (19-1), Guanches no dejaba nada a la casualidad y se presentaba con el portero titular y toda la armada (a excepción de Víctor Paredes). Pero en esta ocasión un buen Rubí presentaba cara y el primer gol guanche se hizo de rogar (0-1) mi 16. El dominio visitante se hizo evidente mediada la parte (0-3) min 11 y al llegar el descanso la victoria foránea parecía evidente (0-5). Luego ocho goles más en la segunda mitad, dejaron un marcador final de (0-13), tres puntos más como recompensa al trabajo bien hecho y ansiedad hasta conocer el resultado del duelo del día siguiente entre Uroloki y Hornets, que se saldó con empate (5-5b) y punto extra en la prórroga para Castellbisbal que les proporcionaba matemáticamente el título, hiciera lo que hiciera Guanches en sus dos compromisos restantes.
Con la 17ª jornada finalizaban los desplazamientos guanches (4 vuelos al Prat, 3 a Barajas, uno a Manises y otro a Son Sant Joan). Se cerraba el ciclo en Barcelona, donde esperaba un Rubí casi desahuciado, pero no matemáticamente mientras que Guanches necesita imperiosamente ganar para no perder definitivamente el tren de cabeza. A diferencia del partido de Las Galletas (19-1), Guanches no dejaba nada a la casualidad y se presentaba con el portero titular y toda la armada (a excepción de Víctor Paredes). Pero en esta ocasión un buen Rubí presentaba cara y el primer gol guanche se hizo de rogar (0-1) mi 16. El dominio visitante se hizo evidente mediada la parte (0-3) min 11 y al llegar el descanso la victoria foránea parecía evidente (0-5). Luego ocho goles más en la segunda mitad, dejaron un marcador final de (0-13), tres puntos más como recompensa al trabajo bien hecho y ansiedad hasta conocer el resultado del duelo del día siguiente entre Uroloki y Hornets, que se saldó con empate (5-5b) y punto extra en la prórroga para Castellbisbal que les proporcionaba matemáticamente el título, hiciera lo que hiciera Guanches en sus dos compromisos restantes.
Para la última jornada reglamentaria, la 18ª, quedaba por disputar el plato fuerte de toda la temporada, el partido de vuelta con el líder.
Pero ya matemáticamente campeón Castellbisbal, el duelo en la cumbre había perdido todo su atractivo y con escaso público en las gradas (aforo al 25 %) y gentil pasillo, recibía Guanches en Las Galletas a unos Hornets relajados y que utilizaban el compromiso de Tenerife como premio a su excelente temporada. Pero una cosa no quita la otra y jugando de salida con el segundo portero, fueron los primeros en abrir el marcador (0-1) min 13. La intensidad local se vio resquebrajada y una nueva falta local hacía presagiar otro resultado adverso. Pero al contrario, bien defendida, resultó de acicate para los de Arona, que conseguían empatar antes del descanso. La charla motivadora del descanso supuso un gol inicial guanche (2-1) min 23 y el control del juego que se ralentizó enormemente. Un tercer gol en powerplay mediada la parte, ya movilizó a la delantera visitante que veía como se le podía ir el partido. Los continuos ataques de Castellbisbal, bien defendidos, suponían dejar desguarnecida su defensa y en ese caldo de cultivo pescó bien guanches, anotando cuatro goles más, en uno de sus mejores partidos de la temporada y dejando el luminoso final en (7-1). Una victoria intrascendente, que fuera de contexto, podía acercar a un solo punto a los dos conjuntos en la clasificación, caso de ganar los chicharreros su partido pendiente.
Quedaba por disputar el partido pendiente de la décima jornada contra el equipo balear y se ajustó jugar al sábado siguiente, 27 de Marzo. Finalizada la liga se presentaba Espanya B en Las Galletas para terminar de definir la temporada de ambos equipos. Con todo resuelto para Guanches el partido no suponía ningún estrés. El subcampeón (pasara lo que pasara) recibía al "subcolista" que tampoco cambiaría su puesto fuese cual fuese el resultado. En esa tesitura festiva" y nuevamente sin publico en el graderío salió el equipo aronero a pista sin convocar al portero titular, lo que confirió algo de emoción al choque. Ante un equipo que viajó con lo justo, bajo la dirección del ex guanche Antala y habiendo extraviado su equipaje de portero. Sería por la entidad del choque o por el cansancio de toda la temporada el caso es que una vez anotado el primer y rápido gol inicial, el juego guanche nada tuvo que ver con el de la semana anterior. Denso, sin ideas y con muchos errores. A pesar de ello la superioridad local era manifiesta y el (4-0) min 9 lo atestiguaba. Luego dos goles baleares seguidos (4-2) min 3, le pusieron morbo por algunos minutos al partido antes que la reacción local devolviera los cuatro goles de ventaja al descanso (6-2). En la segunda mitad cuatro goles locales y uno visitante aumentaron la cuenta hasta dejar el marcador con el (10-3) definitivo.
Guanches termina segundo, mejora una posición con respecto a la temporada anterior y ha estado a punto de ascender. Se ha entrometido por medio Castellbisbal, uno de los nuevos. Sin duda la directiva, las entidades gubernativas y sus sponsors están muy contentos (si les han sabido vender la moto, que seguramente si). ¡Subcampeones de la segunda categoría del hockey nacional! Los cándidos seguidores, los impresionables, los poco dados a cuestionar nada y sobre todo los fanáticos, estarán encantados con la temporada realizada. Los observadores neutrales, no tanto y los avezados, mínimamente mosqueados. Con esa plantilla, (que competiría sin apuros en liga élite), sin duda la más cara y la mejor de la categoría, los resultados tienen que ser los mejores: primera posición y ascenso. No se ha logrado ¡Por muy poco! pero no se ha logrado. Por lo tanto FRACASO. Se ha invertido muchísimo en fichajes pensando que el ascenso estaba hecho, sin contar con que los demás equipos también saben jugar al hockey y al bacalao hay que saberlo cortar. ¡Parece ser que no todo es cuestión de dinero! Y en el extremo opuesto, para mantener la categoría, no hubiera hecho falta ninguno de los fichajes. Y el presupuesto ahorrado (varios miles de euros) se hubiera empleado en otros menesteres (cantera, por ejemplo).
Con los equipos del mismo nivel, Guanches no ha dado la talla. Con el campeón, perdió en Castellbisbal y ganó en Tenerife. Especulando un poco, ¿qué hubiera pasado de necesitar Hornets realmente los puntos, y además en el último partido? Los duelos con el tercero, Sant Andreu, se han perdido en las dos ocasiones y con el cuarto Castellón, se empató allá y se ganó en Las Galletas. Con el resto de equipos se ha ganado en las dos confrontaciones, algunas veces con apuros (Tres Cantos, CPLV o Tucans) y en otras, con los equipos más débiles, con holgura y en algunos casos con excesiva contundencia (Rubí).
Conclusiones. El objetivo, que era ascender no se ha logrado. A partir de ahí, la campaña ha sido excelente. De 54 posibles puntos, Guanches obtuvo 44; la pena fue que Castellbisbal consiguiera 45. ¡Uno más! No hay diferencias entre los resultados de casa y los de fuera, a pesar de viajar con menos plantilla, pues las dos líneas que viajaban era las que también jugaban en casa (apenas hubo minutos para el resto de jugadores). Se ha ganado a los mismos equipos y se ha perdido con los mismos equipos. El problema este año ha estado en la defensa y especialmente en la portería. Cuando se solucionó, fichando a los americanos para la segunda vuelta, ya no tenía remedio la clasificación y a expensas del error ajeno, Guanches ha transitado segundo buena parte de la temporada. Cuando ha tenido que dar el do de pecho, se ha arrugado y buena parte de esa culpa ha estado en la portería, fallando en los momentos clave. Frente a equipo serios, cuajados, compenetrados, bien dirigidos y con años de experiencia en común, Guanches sufre. Frente a equipos juniors sin asentar y con menos rodaje, la calidad individual de los canarios es tan superior que las goleadas han sido comunes. Puede que también influyeran el calendario y los aplazamientos (de una jornada a otra pasó a estar siete puntos por debajo y eso desmotiva a cualquiera) pero en cambio, esta temporada no se han producido lesiones y también es de destacar la ausencia de contagios .
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