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sábado, 28 de diciembre de 2019

Apocalipsis Guanche.


Para el que no la haya visto, Apocalipsis Guanche es una película de cine fantástico rodada en Tenerife a finales del siglo pasado. Su primer pase fue en la Sala de Exposiciones de la Presidencia del Gobierno de Canarias el 4 de Octubre de 1995 y tuvo una gran acogida de prensa y público en las semanas posteriores de exhibición en el cine Víctor de la capital chicharrera. Premiada en el Sundance Film Festival, también fue  galardona en el Festival de Cine Fantástico de Sitges y en la Seminci de Valladolid.
El film narra la historia de un grupo de nativos sureños, de la mayor de las islas del archipiélago, y la influencia que sobre ellos ejercieron, los tripulantes de un "knarr" vikingo fondeado en la zona de la Tejita, (en un viaje exploratorio hacia el sur, bordeando el continente africano), durante los escasos meses que permanecieron en aguas canarias.
Rodada en blanco y negro, la coproducción sueco hispana (para aprovechar las subvenciones del Fondo de Cohesión de la U.E.) está dirigida por Markus Kiroghanssen e interpretada por un elenco de los mejores actores canarios de la época, encabezados por unos jóvenes y todavía desconocidos Javier Bardem y Goya Toledo, junto a la presencia por parte sueca (además de algunos figurantes nórdicos residentes en la isla) del ahora popular Michael Nyqvist (el periodista Stig Blomquist de la trilogía de Millenium) y la inestimable y desinteresada colaboración de un veterano Ingmar Bergman ejerciendo de mencey.  
El contacto entre los nórdicos y los aborígenes canarios, al revés de lo que pudiera suponerse,  no fue hostil. Todo lo contrario, los descendientes de Eric el Rojo, a la espera de aprovisionarse de víveres, se mostraron sumamente amigables e intercambiaron presentes, habilidades y conocimientos con los pobladores de Abona, entablando una fraternal relación. Tanto, que además de dejar su semilla, (en forma de descendientes rubios), modificaron profundamente sus costumbres. El film va relatando a través de magnificas imágenes la transformación del día a día de esos guanches hasta el fatal desenlace de la película.
Sin desvelar el final no gustaría hacer hincapié  en ciertas reveladores escenas que nos incumben. Por ejemplo, la influencia fue tal que los guanches cambiaron sus emblemáticas lucha canaria y lucha del garrote por el singular nuevo juego del hockey como forma de enfrentamiento en los desafíos y agarradas entre menceyatos cercanos. Utilizando los mismos garrotes de acebuche empleados en la lucha y posteriormente, adaptándolos a la nueva actividad, cualquier zona llana servía como base del juego. Los primitivos cráneos humanos, utilizados como esfera rodante, rápidamente fueron sustituidos por los de cerdo y ambos, dada su fragilidad, por una amalgama de brea y arena de forma redondeada, que endurecida al sol y recubierta de piel de cabra podía conservarse durante más de un desafío. El duelo se resolvía con los trece mejores representantes de cada familia y consistía en introducir la bola en dos cavidades abiertas en el suelo, una para cada grupo contendiente, que se ayudaba de un palo curvado en su parte final. La película nos revela detalles insólitos, como que las "agarradas" comenzaban con el amanecer y terminaban con el ocaso, con una parada al mediodía, cuando más apretaba el sol, para alimentarse y descansar. No había normas y la única regla fijada, impedía golpear en la cabeza. El clan que más veces introdujera la bola en la oquedad contraria ganaba y los contendientes que todavía quedaran en pie, tenían el derecho de cobijar esa noche, cuantas veces desearan, con las hembras que eligieran de los derrotados.
Una vez por cosecha y coincidiendo con el solsticio de invierno los bandos ascendían a la llanada de Ucanca para ofrecer sus ofrendas a Achaman y dirimir el mejor menceyato. Ese día, los nueve territorios, todos contra todos y simultáneamente, disputaban la gran "Phac Hanga" guanche. Los elegidos por cada mencey (trece, uno por luna) pugnaban sin descanso hasta que solo quedara uno de los nueve representante en liza. El bando victorioso era premiado con la elección de una de las hembras vírgenes de los rivales y que, desde aquel momento pasaría a formar parte del clan.
Clarificadoras son la imágenes de la sujeción por primera vez de unas cuchillas vikingas a unos "xercos" guanches, y evocadoras, las de Bardem (Cheihtoj el caudillo del clan de Abona), deslizándose en el entonces Ucanca glacial, posando bajo los rayos de la luna y preparando el desafío.


Los acontecimientos posteriores del film, dícese de la erupción del Pico Viejo, el resquebrajamiento de la isla, el nacimiento del actual Teide con la remodelación de la isla, o la posterior llegada de los españoles (todo ello fundamental en la trama), no aportan en cambio nada, a nuestro interés.


Trascendental, en cambio, y ya no nos referimos a la película, es recalcar que a pesar de la hecatombe producida, la actividad del hockey se mantuvo imperturbable, en el reducido grupo de nativos que sobrevivió, allí donde no llegó la lava, curiosamente la zona donde  arribó el "knarr". Gracias a ellos, pervive el hockey en Tenerife.

La erupción del Teide en 2020 y otras premoniciones que se relatan, no dejan, en cambio, de ser fruto de la fantasía del guionista. Ahora bien ¡dan que pensar! Recordamos que la última erupción volcánica, fue subterránea y ocurrió en el Hierro. Frente a la Restinga, Tagoro emergió de la nada el 20 de octubre de 2011.









Hoy 28 de diciembre a las 20 h vuelve a exhibirse una copia restaurada de la película en la Casa de la Cultura de Santa Cruz, gracias a la excelente labor divulgadora de la Filmoteca Canaria, en esta ocasión con motivo de su Ciclo de Cine "más tonto y no naces/20.20" y a la inestimable colaboración de la Fundación Guanches Forever.


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