La Supercopa era la competición que iniciaba la temporada, como viene siendo habitual desde hace bastantes, y a semejanza de los deportes mayoritarios.
Y lo hacía en esta edición 2025 en el segundo fin de semana de septiembre y como antesala de las primeras jornadas de liga élite, que se disputarán el siguiente fin de semana.
Repitiendo el formato de temporadas anteriores la federación convocaba para el evento a los cuatro mejores equipos de la temporada anterior, entre campeonas y subcampeonas de liga y copa con el club organizador como uno de los contendientes.
Al igual que los varones también en esta edición se celebraban las dos competiciones conjuntamente en la misma localidad, siendo Bilbao, sede del Club Metropolitano, la población elegida y el Polideportivo Zorrotza, la pista, disputándose las cuatro semifinales el sábado por la tarde y las dos finales, el domingo por la mañana, comenzando con la competición femenina en esta ocasión (parece que van a alternan con las temporadas).
En la competición femenina los equipos candidatos eran Rubí Cent Patins como campeonas de Liga; CPLV como subcampeonas, Skulls de Almassera como terceras y Metropolitano como cuarto equipo y organizador. Y los emparejamientos quedaban de la siguiente manera: el campeón de liga Rubí se enfrentaba al cuarto equipo Metropolitano y el subcampeón de liga CPLV, al tercero Skulls.
Empezaba la competición el sábado 13 por la tarde muy temprano, con las
Semifinales.
En la primera
Rubí 1 Metropolitano 0. Precioso partido el que nos ofrecieron las anfitrionas y recién ascendidas a élite en su inaugural partido contra las espartanas y vigentes campeonas. Mucha diferencia por tanto entre ambas escuadras en la teoría, y que luego en el marcador no se reflejó. Cierto que Rubí se lo tomaba con calma pero corría el crono y la ordenada defensa vizcaína no permitía desenvolverse a gusto a la delantera espartana. Tanto es así que se atravesaba el ecuador de la parte con tiempo muerto rubinés intentando resolver el entuerto. Sería una primera sanción vasca a poco del final la que proporcionaba las ocasiones más claras pero sin conseguir anotar y el partido se iba al descanso igualado y con unos respectivos porcentajes de tiro de 0/4 y 0/14.
Comenzaba la segunda mitad por los mismos derroteros de la primera y los nervios haciendo mella en las campeonas ante la magnífica actuación de la portera local. Un tiempo muerto de Metro, antes de ecuador de la parte, permitía asegurar la estrategia y tomar algo de aire. Además y debidos a esos nervios, llegaba la primera sanción espartana que aunque Metro no aprovechaba, les servía para ganar tiempo y plantarse en el tramo final del choque empatadas. Pero el cansancio local hacía mella provocando su segunda falta, bien defendida por las ferroviarias; y una tercera enseguida, y nuevamente bien resuelta hasta la bocina final, a la que se llegaba con la igualdad inicial y unos porcentajes de tiro de 0/7 y 0/30 respectivamente, quedando todavía 57” para jugar con disparidad de jugadoras en el consiguiente tiempo extra. No conseguían las espartanas aprovechar el minuto pendiente de tres x dos, y en la prórroga continuaba el mismo guión de juego pero ahora con solo seis jugadoras en pista.
Y tuvo que ser, sobre el ecuador de la prorroga, una nueva y clara falta bilbaína, la que sancionada con penalti permitía a Cent Patins acceder, dos años después, a la final mediante un gran lanzamiento de su nueva especialista (1p-0) min 5. Partido arbitrado por S. Velasco y J. Fouz que sancionaban con una falta a Rubí y con 3+penalti a Metropolitano. Los aclaratorios porcentajes finales de tiros recibidos fueron de 0/10 y 1/38 respectivamente, siendo el único gol, el penalti espartano, obra de M. Vilaró.
Rubí, aun con problemas, conseguía acceder a la final.
CPLV 1 Skulls 2. Para la segunda semifinal, y visto lo visto en la primera, no había pronóstico claro. Por palmarés deberían pasar las Panteras, pero unas Skulls reforzadas no se lo iban a poner fácil. El primer duelo de la temporada entre Panteras y Skulls y después de varios meses sin verse las caras, deparaba algunos cambios en las plantillas. Uno, sorpresivo, era en la portería valenciana, con la arquera juvenil en pista. Como en anteriores enfrentamientos, fue un partido muy igualado, que comenzaba con defensa asfixiante pucelana por toda la pista y que pronto generaba una primera sanción de Almássera. Bien defendida, no servía para variar el luminoso y además nada más recuperar a su jugadora sancionada ,Skulls sorprendía en acción individual para adelantarse en el luminoso (0-1) min 13. En el resto de la parte y con el marcador a favor, Skulls se refugiaba en defensa intentando sorprender a la contra. De tal manera que con esa mínima ventaja valenciana, una sanción final pucelana, sin perjuicio ni beneficio, y unos rácanos porcentajes de tiro de (1/5 y 0/8) respectivamente se llegaba al descanso.
Para la segunda, salía Panteras revolucionada a pista cometiendo una nueva falta enseguida. Sin repercusión, se solapaba con otra de Almassera, que Panteras tampoco aprovechaba. El acoso pucelano era constante pero con criterio, pues Skulls generaba mucho peligro con sus acciones individuales y no era cuestión de arriesgar en exceso. Se atravesaba así el ecuador de la parte, siendo sancionada una nueva falta levantina, que esta vez sí y de forma diferida Panteras aprovechaba para empatar (1d-1) min 9. Con tiempo por delante cualquier resultado se podía producir y Skulls pedía tiempo muerto para concretar criterios en el último tramo. Seguían, el dominio pucelano y las temibles contras valencianas y en los últimos segundos y con la amenaza de la prorroga en lontananza, las calaveras transformaban una de ellas, en el gol de la victoria y el acceso a su primera final (1-2) min 1, pues luego ya no había tiempo para nada más. Partido arbitrado por D. Cañas y J. Fouz, sancionando con 2 faltas a CPLV y con 3 a Skulls. El gol de Panteras era obra de A. Sierra y los de Skulls los marcaban O. Monjas y C. Moya.
Comenzaba el domingo l4 con el desenlace de la competición femenina
Rubí 1 Skulls 3. La inesperada final femenina resultaba todo lo emocionante que se esperaba entre dos de las escuadras mas en forma del hockey femenino español. Las campeonas de liga, se enfrentaban a las jugadoras de Almássera, subcampeonas de la fase regular de la liga y sorprendentes finalistas, tras eliminar en semis a CPLV, vigentes subcampeonas de la competición.
Con bastante ambiente en las gradas pese a la hora y como es habitual en estos partidos, muchos nervios, las campeonas de liga partían con el papel de favoritas, pero visto lo visto en semifinales Skulls parecía un rival temible. Salían las de Almássera con su portera habitual y su típico juego a la contra, aguantando los envites de las espartanas, mientras que estas comenzaban con la portera juvenil y dominando de forma territorial. Teniendo en cuenta que el equipo que anotara primero tendría mayores posibilidades de llevarse el título, los dos equipos se tomaban el choque con mucho cautela. Y sería atravesado el ecuador de la primera parte cuando una mortal contra levantina adelantaba a las Skulls (0-1) min 7. Jarro de agua fría para las dominantes espartanas que para nada se lo esperaban. Pero lo peor para Rubí no había pasado, pues sin darles tiempo a reaccionar, Skulls repetía estrategia variando autora, para subir su segundo tanto al luminoso, ya en el tramo final de la parte (0-2) min 5. Luego, los nervios rubineses provocaban una sanción en sus filas y aunque Skulls no sacaba provecho de la ocasión servía para aguantar ese resultado hasta el descanso. Hasta entonces los porcentajes de tiro eran de 2/7 y 0/11, respectivamente.
Para la segunda mitad, las espartanas cambiaban de portera y se lanzaban descaradamente al ataque. Fruto de su anhelo, pronto llegaba su primer gol gracias a un rebote (1-2) min 15 que las metía de nuevo en el partido. Pero menos de dos minutos duraba la alegría en casa del ahorcado, pues Skulls con una nueva contra (1-3) min 13, dejaba claro que no pensaban renunciar a una victoria que tenían por la mano.
Un posterior tiempo muerto espartano no modificaba el desenlace pues con ese colchón, las de Almassera cerraban filas por delante de su portera, y aguantaban el resultado hasta la bocina, beneficiadas además de una nueva sanción rival. De esta manera Skulls conseguía la victoria y su primer título. Partido arbitrado por las colegiadas S. Velasco y J. Fouz que sancionaron con dos faltas a Rubí, siendo los porcentajes de tiros recibidos de 3/14 y 1/35, respectivamente. El gol espartano era obra de A. Vallejo mientras que los de Skulls los marcaban C. Moya, B. López y O. Monjas.
Skulls conseguía merecidamente su primer título nacional, dejando a las espartanas sin recompensa, colándose de esta manera en el selecto grupo de las campeonas.
¡Enhorabuena al equipo de Almassera!
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