Ahora en Illnau-Effretikon, en el cantón de Zurich, eran seis los países contendientes en la categoría sub 18 y tan solo tres en categoría sub 16. España solo lo hacía en la sub 18 acompañada de R. Checa, Eslovaquia, Italia, Francia y el anfitrión Suiza. Xavi Porqueras convocaba para la ocasión a 15 jugadores, con dos porteros, Daniel Nieminen y Joan Traver, y trece jugadores de pista Manel de La Cruz, Bern Mas, Josep Pallas, Héctor Gargallo, Eric Mbeinjock, Alex Pérez, Pablo Mata, Israel García, Gonzalo Jiménez, Jordi Martínez, Iván Medina, Daniel Benito y Joan Vallés.
Con un sistema de competición de liga de todos contra todos, pasaban a semifinales los cuatro primeros enfrentándose 1º contra 4º y 2º contra 3º, pasando los ganadores a disputar la final y los perdedores a luchar por el bronce. Un sistema de competición que obligaba a disputar dos partidos al día y en el que la condición física sería fundamental.
A la vez, se disputaba también la competición sub 16 a la que accedían solo tres de las naciones anteriores Italia, R. Checa y Suiza.
A España le tocaba estrenar la competición disputando el primer partido; y nada menos que frente a la selección checa. R. Checa - España (2-2b). Resultó muy emocionante pues después de unos minutos de tanteo los checos se adelantaron en dos ocasiones antes del ecuador de la primera parte, manteniendo la ventaja hasta el descanso (2-0). Los españoles muy nerviosos, con errores en los pases y cierto agarrotamiento, no estaban desarrollando su mejor hockey.
Tuvo que ser la charla del descanso la que desentumeciera su mente y al grito "de perdidos a la mar" empezar a soltarse, centrase en el juego y olvidarse de la importancia de la competición y del nombre del rival. Solo así, pudieron empatar, en dos jugadas consecutivas, antes del ecuador de la parte y ante un rival que acusó el primer gol (2-2) min 13. Luego siguió el empuje, el mejor juego, pero no un nuevo gol y con el tiempo corriendo, era preferible, en este primer partido, no arriesgar y asegurar el empate. Al termino del tiempo reglamentario los porcentajes de tiro eran de 2/18 y de 2/11, respectivamente. Y tras una prorroga muy igualada, llegó la señal. La que marca a los campeones. Fue a un segundo del comienzo de la inexorable tanda de penaltis y en forma de extraordinaria combinación. El punto extra era para los españoles situando a los españoles en el trío cabecero.
El segundo partido, por la tarde, enfrentaba al conjunto hispano y al eslovaco. Los eslovacos llegaban de perder frente a los anfitriones (4-2), por lo que no parecían enemigo tan peligroso como su nombre y el partido lo confirmó. España - Eslovaquia (9-2) tuvo claro color español.
En este caso el blanco. Con cambio en la portería respecto al partido anterior y tras unos minutos de tanteo, la superioridad de los nuestros quedó patente tras un gol inicial (1-0) min 16 en un rechace, dos seguidos, poco después y dos más antes del ecuador de la parte (5-0) min 10. Un gol eslovaco cerca del final maquilló el marcador al descanso (5-1) min 1.
Con el trabajo hecho, la segunda parte aportó cuatro goles nacionales más y uno eslovaco, con los unos intentando no encajar demasiados y los nuestros pensando en futuros objetivos, minimizando esfuerzos. Al finalizar la primera jornada España era segunda con 5 puntos a uno de Francia y dos por encima de R. Checa y Suiza.
Al día siguiente el primer enfrentamiento era con los locales, España - Suiza (8-3). Era un partido decisivo; si España demostraba su potencial se lucharía por las medallas, si salía acomplejada y superada por la responsabilidad se olvidaría de ellas. Minutos de tanteo iniciales y dominio alterno hasta que España se empezó a hacer dueña de la situación, controlando más la pastilla y llegando con peligro a la meta suiza. Y en una de ellas llegó el primer gol en una buena combinación (1-0) min 13, pero dos rigurosas faltas hispanas pararon la reacción del equipo. Una vez superadas las inferioridades, sin perjuicio en el luminoso, la selección salió más reforzada mentalmente anotando dos goles en los minutos finales de la parte y sentando las bases de lo que sería la victoria final.
Con tres goles de ventaja y dos minutos de inferioridad pendiente, comenzó la segunda mitad con España ofreciendo la segunda señal de "camino al oro", anotando en inferioridad y subiendo el cuarto al marcador (4i-0) min 19. Suiza cambió de portero, pero de nada más. La superioridad hispana era notoria, lo que no impediría que encajaran un gol en un error defensivo (4-1) min 13, inmediatamente remediado con tres españoles goles seguidos, uno en superioridad (7-1) min 11. Tan clara ventaja relajó la intensidad de los nuestros, que hasta la bocina final anotaron un gol más, encajando dos, el último en superioridad (8-3s) min 4. Los porcentajes finales de tiros recibidos fueron significativos, 3/14 para España y 8/33 para Suiza.
Por la tarde tocaba otro rival siempre complicado, la selección transalpina Italia - España (1-1b). Segundos contra terceros, los cuatro puntos de diferencia entre España e Italia entonces, casi les garantizaban a los nuestros el pase a semifinales, pasara lo que pasara. Esa cierta garantía no se tradujo en mejor juego ante un rival muy cerrado en defensa, que apenas concedía ocasiones y en las pocas que lo hizo allí estaba su excelente portero para solventarlas. Con un ritmo altísimo y a pesar de una superioridad por equipo, el "cero cero" seguía campeando en el marcador al descanso con 14 tiros parados por Italia y 13 por el portero español.
La segunda mitad comenzó con mayor intensidad, si cabe, en el conjunto hispano. Volcado en ataque, consiguió sacar una falta italiana que no supo aprovechar mientras que los italianos en la misma situación, poco después, aprovechaban para ponerse por delante (1s-0) min 15. Ahora España lo tenía más complicado y cierta ansiedad hizo acto de presencia. El estricto arbitraje también y los "hoy azzurros" sufrieron dos penalizaciones más, bien defendidas, pero que impidieron el normal desarrollo del juego español, entrando el partido en su recta final. Un oportuno tiempo muerto español a falta de 3' para el final sentó las bases de la iniciativa española. La insistencia española entonces dio sus frutos, en forma de falta, que esta vez sí significó el empate a falta de pocos segundos para la bocina (1-1s) seg 54. Sin tiempo para más el partido desembocó en el tiempo extra y en una nueva "señal de oro" pues después de un tiro al poste en una prórroga ineficaz, España consiguió el punto extra en el lanzamiento de penaltis, anotando dos de los suyos, mientras que Italia erraba dos. Los significativos porcentajes de tiro fueron de 1/39 y 1/17, respectivamente.
El tercer día de competición comenzaba con el último partido de la liguilla y que nos enfrentaba al único equipo que había ganado sus cuatro partidos España - Francia (5-1). Con el paso a semifinales garantizado, tocaba intentar conseguir el rival más favorable. Se suponía que Italia ganaría a Suiza, pero era mejor no elucubrar y no especular con el resultado, ganando a un equipo que no había cedido un solo punto hasta entonces. España en cambio había cedido dos empates ante rivales inferiores y era el momento de demostrar lo erróneo de la clasificación. Y vaya si lo demostraron; una vez superados los iniciales nervios y el gol francés antes del ecuador de la primera parte, los españoles se hicieron con el control de partido remontado el marcador en los últimos minutos antes del descanso (2-1).
En la segunda mitad, una inoportuna falta inicial retrasó evidenciar en el luminoso la superioridad del equipo español. Fue en el tramo final cuando España sacó lo mejor de sí misma y elaborando un hockey de muchos kilates, desbordó a una incrédula Francia, que no salía de su asombro, con tres goles más, consiguiendo el primer lugar de esta fase.
Semifinales. La primera, Francia - Italia (1-0), resultó un partido superigualado. Los dos países dispusieron de superioridades que no aprovecharon terminando el tiempo reglamentario sin que se moviera el marcador. Finalmente los franceses hicieron valer su superioridad, logrando anotar en el tiempo extra y consiguiendo pasar a la final.
En la segunda los españoles se volvían a ver las caras con los anfitriones a los que habían machacado (8-3) el día anterior. En juego, ahora, las medallas. Nadie suponía que el España - Suiza (3-1), que fuera a resultar igual de fácil y no lo fue. Aunque España se adelantó relativamente pronto en una bella combinación (1-0) min 16, una infracción hispana proporcionó el empate en superioridad a los suizos en el ecuador de la parte (1-1s) min 10. Era un inconveniente pera nada que no pudiera superarse. Pero el crono transcurría y ni un tiempo muerto, ni una superioridad a poco del final, modificó el empate hasta el descanso, al que se llegó con unos significativos porcentajes de tiro de 1/8 para España y 1/27 para Suiza.
En la segunda mitad la cruda realidad hizo acto de presencia y la superioridad española quedó de manifiesto al adelantarse de inicio (2-1) min 18 y aumentar la cuenta poco después (3-1) min 13, ambas de excelentes jugadas. Luego se trataba de mantener el puck y esperando oportunidades, dejar transcurrir el tiempo ahorrando fuerzas para la final. Los porcentajes finales de tiros lo dicen todo, 1/24 y 3/46, respectivamente.
En la lucha por el 5º y 6º puesto, la R. Checa se volvió a imponer a Eslovaquia, en esta ocasión de forma mucho más justada R. Checa - Eslovaquia (4-2).
Bronce. Italia - Suiza (2-4). Haciendo valer su condición de anfitrión y a pesar de haber perdido el partido entre ellos de la liguilla (1-4), el equipo suizo se hizo con el tercer escalón del podio, en un partido muy igualado y en el que se adelantó Italia, remontando finalmente Suiza (al descanso ganaban los helvéticos 1-2).
Final. Nuevo partido contra el equipo galo 24 horas después. Enfrentamiento trampa, pues el 5-1 anterior no servía de referencia dado que los franceses en la última parte del partido bajaron la guardia. España - Francia (4-2). Con dominio alterno España anotó pronto en una gran combinación (1-0) min 17 y ya, con el marcador a favor, se quitó los nervios de encima y empezó a enseñar su mejor hockey. Pasado el ecuador de la parte, Francia tuvo que hacer una falta, que bien aprovechada por los de blanco, subieron el segundo al marcador en superioridad (2s-0) min 7. El inmediato tiempo muerto galo intentó frenar el juego contrario, pero España creciendo con la competición ahora dominaba a placer y fruto del dominio, una última contra hispana con gol francés en propia meta, intentando cortar un pase (3-0) seg 44, aumentando a tres goles la ventaja española al descanso. La superioridad hispana se veía reflejada en los porcentajes de tiros, 0/5 para unos y 3/10 para otros.
La segunda mitad comenzaba con recambio en la portería francesa y una falta española, que los franceses aprovechaban para recortar la diferencia en el marcador, que no en el juego (3-1s) min 17. España superaba una inferioridad pero no aprovechaba una siguiente superioridad. Una pena, pero los españoles jugaban a placer y dejando correr el crono el partido se encaminaba a su desenlace. Un último tiempo muerto francés, propició que se lanzaran al ataque sin pudor y que España rematara el partido con una contra preciosa (4-1) min 2. En el tiempo restante, Francia jugando sin portero, maquilló el resultado con un ajustado tiro (4-2) min 1, ante un arquero español absolutamente tapado por dos jugadores franceses.
En la otra competición, la sub 16, se impuso la R. Checa que ganó en la final a Italia (5-2) y después de haber cedido un solo punto en la liguilla previa, precisamente ante el tercer clasificado, Suiza.
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