Sentimiento del espíritu Sentimiento del espíritu del Tenerife Guanches Hockey Club

viernes, 30 de diciembre de 2011

JULI 1949. El 4 x 4 guanche.

Julián Rodríguez Pérez, 24/08/1949, Madrid, España. Representa la historia viva de los Guanches. Estaba, cuando se fundó allá en 1995 y sigue estando y lo mejor, patinando hoy mismo.
¿Cuántos años en la isla? ¿Cuál fue el motivo de tu llegada a Tenerife? Hace ya 25 años. Vine para acá por un cambio de rumbo en mi existencia. A mí siempre me han gustado los deportes y de hecho los practico casi todos, pero sobre todo la enseñanza, la parte pedagógica del deporte. Acababa de nacer Alex y no era vida para un recién nacido. Yo en aquel tiempo ejercía como monitor de esquí en Sierra Nevada y pensamos que no era lo mejor para él. Ya conocíamos Tenerife de viajes anteriores y nos pareció una buena opción.
¿Cómo fue tu contacto con el hockey, tus primeros patines? No era un pibe, trabajaba en Navacerrada en la Federación Madrileña de Montañismo y cuando veníamos los miércoles a Madrid a cobrar, parte del sueldo se iba en patinar en la pista de hielo que acababa de inaugurar el Real Madrid en la ciudad deportiva. Con el hockey, hockey, al llegar a Los Cristianos.
Cuéntanos la historia de los Guanches. Patinando con mi hijo por Los Cristianos un día descubrimos a un grupo patinando en el exterior del pabellón. Allí estaban Marc, Oscar, el hijo de Samy y otra gente. Todos los sábados nos reuníamos para patinar. Primero haciendo street hockey, la cancha era de piche (asfalto), y posteriormente (cuando pusieron el cemento ) los primeros partidos de hockey línea con porterías. Eramos cuatro equipos y competíamos entre nosotros. Posteriormente jugamos en la liga canaria y los campeonatos de España y más tarde en la liga nacional hasta ahora mismo en la liga elite. Recuerdo un partido en Fuerteventura contra Viernes XIII en el que la pista (era al aire libre) tenía más zonas con tierra que limpias.
¿Qué temporada recuerdas especialmente? En la que hice de portero suplente (2009-10). Quizás porque al convivir más estrechamente con la gente, entrenando, viajando con ellos, te sientes más implicado y los recuerdos son mayores.
¿En todos estos años, sientes o has sentido predilección especial por alguno de los fichajes? Tengo un grato recuerdo de los Milling, Martin y Johan, de la primera época y con Johan sigo hablando a menudo. De los últimos, quizás con Bjorn que se integró muy bien en la isla llegando a trabajar en Vintersol. ¿Qué función te queda por realizar en el club? Presidir (risas) haber si se lo van a tomar a mal. Tu hijo, Alex, ha disputado varias temporadas con el club y esta última, no ha fichado. Por qué? Porque su vida profesional la tiene organizada en Dinamarca y le es imposible compaginarlo. Viene sólo por vacaciones. ¿Cómo se lleva lo de entrenar y jugar dos generaciones juntas? Con gratos recuerdos y mucho cariño, viendo cómo estos actuales senior eran aquellos niños que se formaron en los primeros tiempos.
¿Te han respetado las lesiones? Soy muy duro. Recuerdo que después de una operación quirúrgica, me dieron el alta un martes y el viernes estaba encima de los patines.
Valora esta temporada. Confusa y sin ilusión. Por último ¿No piensas que ya no tienes edad para estar encima de unos patines? Claro que lo pienso y desde hace mucho tiempo, pero llega principio de temporada y por unos motivos o por otros me encuentro con ficha y patinando.
Nada más, muchas gracias por tu tiempo y te deseamos lo mejor.

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