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martes, 3 de junio de 2025

LIGA ELITE M. 24/25. PlayOff Final, y 2º partido. Cuarto título para Molina

Una semana después de su último enfrentamiento en Canterac, con victoria canaria (1-6) en el primer duelo del playoff final, los finalistas se citaban para definir al Campeón de Liga 24/25 en territorio isleño, con los dos últimos y decisivos enfrentamientos en su tercera final consecutiva, disputada también a tres partidos, con doble partido si fuera necesario en caso de empate. 
Recordando que por el camino de semis se habían quedado los terceros y cuartos de la fase regular, Metropolitano y Espanya, ahora, segundos CPLV y primeros, Molina, respectivamente, se medían en una nueva final, la tercera consecutiva, todas con sabor canario. 
Con más diferencias que nunca entre los cuatro primeros, Molina terminaba primero la fase regular a tope de puntuación, con 54 puntos de 18 partidos ganados y once más que su rival Valladolid que con 13 ganados, cedía dos empates y dos derrotas, precisamente frente al líder. 
Esta temporada se habían enfrentado previamente en cuatro ocasiones y aparte de las dos derrotas ligueras (7-2 y 3-5) había que sumar otras dos al casillero pucelano, en Copa del Rey en Las Palmas (2-1) y en Europa en Citadella (3-6), con lo cual el pronóstico estaba bastante claro a favor de los insulares.  
Repetición de la misma final por tercera temporada consecutiva, hay que recordar que las anteriores ediciones se resolvieron todas en dos partidos. 
La última vez que CPLV ganaba a Molina en playoffs era en las semifinales de la 18/19 y a tres partidos, con los dos últimos disputados en Canterac, en la última liga legítima conseguida por los pucelanos (en la 20/21 una decisión errónea arbitral les concedía otra frente a Tres Cantos). 

Con todos esos antecedentes y un claro favorito  el sábado 31 a las 20 h canaria comenzaba el
Molina 5 CPLV 2, y el partido no podía escapárseles a los insulares, en casa y menos después de conmemorar horas antes el Día de Canarias. ¡Qué mejor manera de celebrarlo, que con un título! Recibía el equipo local, el todopoderoso Campeón Europeo, y primero de la fase regular, al segundo clasificado, en un polideportivo García San Román sin llegar al lleno, pues a la misma hora se ofrecía por la televisión estatal la final futbolera de Champions, lo que restaba indudablemente espectadores al duelo. Aún así el recinto ofrecía buen aspecto con un publico especialmente motivado en apoyo de los suyos y muy seguro de poder conseguirlo a la primera tentativa. En pista la plantilla canaria al completo y enfrente, un CPLV con dos líneas y dos porteros. Con la salvaguarda del resultado previo favorable, comenzaba el choque dejando hacer los locales a los pucelanos y a la espera de un error que les permitiera salir a la contra. Y el error era suyo, en forma de temprana sanción, que CPLV no conseguía aprovechar para adelantarse. Pasado el inicial susto, los amarillos se recomponían con presteza y un tiro al palo daba buena cuenta de ello. Pero el dominio era pucelano y la intensidad del juego, mucha; excesiva según los colegiados que sancionaban la segunda, ahora para CPLV. Y con el mejor powerplay de toda la liga, Molina no perdonaba y el gol les servía para tomar la delantera (1s-0) min 14, al filo de la media mitad. Con los visitantes intentando recomponerse del varapalo recibido, una rápida acción individual local en forma de disparo lejano, subía su segundo al luminoso (2-0) min 12, provocando tiempo muerto visitante. Valladolid intensificaba sus acciones, pero en una tarde aciaga, un error suyo se convertía en el tercer gol canario en acción individual (3-0) min 9. El partido se ponía muy cuesta arriba para los de la meseta aunque CPLV redoblaba esfuerzos para solucionarlo cuanto antes. Ahora sí que los canarios jugaban a la expectativa, conocedores de que antes o después, su buena defensa anticiparía un rápido contraataque. Valladolid pasaba a defensa, individual alta, por toda la pista en espera de un robo de puck o un error local. Y con ese planteamiento de juego la primera mitad entraba en su tramo final con una nueva falta molinera. E increíblemente, CPLV volvía a desaprovechar una ocasión de oro para haber anotado. No podían presentarse mejor las cosas para los locales, pero nuevamente entraban al trapo de las provocaciones y una nueva falta coincidente daba paso al final de la primera mitad con clara ventaja local y unos respectivos porcentajes de tiros recibidos de 0/17 y 3/16. 

Tras la motivante charla de vestuarios salía el equipo visitante muy mentalizado a la segunda, perolo que se encontraba muy pronto era con un nuevo gol en contra en un rechace del portero (4-0) min 22. Ahora sí que CPLV estaba contra las cuerdas, y en esa situación sacaban lo mejor de si mismos y lograban anotar de buena combinación (4-1) min 19, recortando la diferencia a los tres goles del descanso para volver a reconducir la remontada, aun con tiempo por delante. 90” duraba la alegría en casa del ahorcado, pues un tiro desviado  despistaba al portero y se colaba en las redes pucelanas subiendo un quinto al luminoso (5-21) min 18, resultado casi inaccesible para cualquier equipo mortal frente a los inhumanos amarillos. A pesar de la adversidad, Valladolid no bajaba los brazos y seguía intentando anotar. Pero una sanción suya, atravesado ya el ecuador de la parte, les cortaba un tanto las alas, aunque Molina esta vez no anotara, entrando el partido ahora en su tramo final. Con los locales sin arriesgar lo más mínimo, incluso sin dar minutos a su portero canario, en los últimos minutos aumentaba un tanto la tensión, se producía algún roce personal y con tres jugadores amarillos en la “caja” por una nueva coincidente y una acumulación de sanciones, CPLV lograba anotar otro tanto, en superioridad (5-2s) min 1, resultado con el que finalizaba el partido y al que acompañaban unos porcentajes de tiro recibidos de 2/35 y 5/26, respectivamente. 

El partido era arbitrado por VM. Jiménez y J. Fernández que sancionaron con cinco faltas+10’ a Molina y con cuatro a CPLV. Anotaban los goles locales Ch. Baldwin (2), M. Díez, J. Andrysek y K. Mooney, y los visitantes, PJ. Galván y D. Cantabrana. 
Con ese resultado, y sin necesidad de tercer partido el titulo se quedaba en casa y Molina le volvía a ganar una tercera final consecutiva a su adversario más temido. 
Cuarta Liga, y seguida, para ellos en una temporada sin fallos, con 31 victorias en 31 partidos entre competición domestica y europea, en un último lustro amarillo para enmarcar. ¡Enhorabuena!

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